El Método Huber utiliza la progresión de la edad para observar el proceso de desarrollo de la conciencia. Para delinear la progresión de la edad se considera a la carta natal simbólicamente como un reloj, donde las horas están marcadas por las cúspides de las casas. El Ascendente es el punto de inicio del tiempo personal, el momento del nacimiento. La aguja, que representa al foco de conciencia, se mueve a través de las casas en sentido contrario a las agujas del reloj, a una velocidad de 6 años por casas. A la edad de 72 años se llega nuevamente al lugar de nacimiento y se ingresa a la nueva espiral.
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